La maestra Chen Min personifica a una Guerrera Águila, miembro de la élite del Ejercito en la civilización Azteca.
En la obra "NIQITOA NI NEZAHUALCOYOTL" de los maestros Alejandro Iglesias y Susana ferreres Orquesta de Instumentos Autoctonos y Nuevas Tecnologias Untref, la guerrera invoca el poder de los tambores sagrados: Huehuetls y Teponaztlis (pertenecientes a la Tradición Azteca), pero también invoca la precisión y letalidad de la serpiente y la fuerza del Águila para la batalla (perteneciente al Arte Marcial de la Antigua China).
En una alquimia poderosa, vemos como la heroína va convocando, incitando e iniciando a cada uno de los instrumentos que están en escena. Ellos ponen voz a sus movimientos, ritmo a su energía y música a su espíritu.
La música y la artista se fusionan y alimentan mutuamente. La explosión no tarda en llegar.
La forma, lo tangible, es alcanzada por el ritmo, desvaneciéndose en un fluir fabuloso de energía.
En este rito de arenga bélica, la protagonista transmitirá a sus guerreros palabras de un viejo poema:
Yo, Nezahualcoyotl pregunto
De veras se vive con raíz en la tierra?
No para siempre vivimos en la tierra:
sólo un poco aquí.
Aunque algo sea de jade se quiebra,
aunque algo sea de oro se rompe,
aunque sea de plumaje de quetzal se desgarra.
Porque no para siempre vivimos en la tierra:
sólo un poco aquí.