Guiada por nuestra amiga Ma nos dirigimos al primer templo taoísta de Beijing, el Templo de las Nubes Blancas - Bai Yun Guan. El recibimiento por parte de los taoístas fue muy cálido y nos sentimos realmente muy bienvenidos.
Justo en el centro de la entrada del templo hay un arco de piedra, donde se puede ver un relievo de mono que en la tradición tocándolo traerá buena suerte, y ya que estamos en el año del mono no hay mejor razón para seguir este consejo milenario.
Para el almuerzo nos agasajaron con una riquísima comida vegetariana, luego nos enseñaron la caligrafía utilizando el pincel chino, y por último el maestro taoísta nos explicó el significado del Wu Wei.
También tuvimos tiempo de charlar con los anfitriones e intercambiar ideas de las diferencias culturales enriqueciéndose así mutuamente.
Como el destino imperdible nos subimos a La Gran Muralla China al día siguiente, en donde la escalada significa todo un desafío para el estado físico de cada visitante el poder llegar a la cima.